Los Mayas: Historia y Misterios


Indice
Introducción
Geografía e Historia
La desaparición de los mayas
Epílogo


Introducción

Después que los conquistadores españoles acabaron con su resistencia, casi a fines del siglo XVII, el pueblo maya desapareció de la historia hasta que a mediados del siglo XIX, los arqueólogos los re-descubrieron y se interesaron por su cultura e historia. Era tarde ya, los españoles habían destruido una buena parte de su legado, principalmente los códices, libros pintados con pincel sobre papel hecho de corteza de árboles, de los cuales hemos recuperado apenas tres: uno guardado en la Biblioteca de Dresde, otro en la Biblioteca Nacional de Paris, y el tercero en el Museo Arequeológico de Madrid. El resto lo hizo el tiempo que fue royendo las construcciones, monumentos y demás restos de la cultura; los saqueadores de restos arqueológicos y, últimamente, la globalización que permea por todos lados y comenzó un proceso de sustitución de tradicionales vasijas y vestimentas, por productos Made in China.

Tal vez el primer misterio que debamos aclarar es que los mayas no se han extinguido. Se calcula que unos 6 millones de personas se identifican hoy en día como mayas y siguen viviendo en las regiones que ocupaban sus ancestros hace 500 años cuando la Cuarta Expedición de Colón hizo contacto con ellos por primera vez. La confusión sobre el fin de los mayas se extiende al ámbito erudito. Heather Pringle, editora de la revista Archaeology, publicó en la revista Science el artículo A New Look at the Maya's End (Una nueva mirada sobre el Fin de los Mayas). Una semana después, varios lectores protestaron por carta frente al título equivocado. Porque lo que ocurrió en realidad, es que los centros rituales y comerciales mayas fueron abandonados en un proceso lento que llevó décadas, probablemente más de 100 años y que comenzó con la decadencia de sus gobiernos, hasta el vaciado completo del lugar. Mientras esto ocurría sus poblaciones iban migrando hacia otros sitios donde pudieran prosperar.

Hay algo más sobre el fin de los mayas: este proceso de abandono de los centros urbanizados, no ocurrió una única vez, sino que parece haber sido una tradición que realizaron a lo largo de toda su historia, en los diferentes lugares que poblaron.

Los mayas produjeron una cultura magnífica, en gran parte perdida durante la conquista española, que al mismo tiempo permitió la creación del misterio. Los mayas post-conquista, perdieron a sus chamanes, sus sacerdotes y sus libros. Fueron dominados y obligados a aceptar otras creencias, incorporaron muchos elementos de la cultura europea y olvidaron una buena cantidad de la propia. Hoy en día ellos mismos desconocen tanto cuanto nosotros. Los arqueólogos, por otra parte, se han esforzado en los últimos 150 años por develar sus secretos, pero en el balance final parece que es más lo que desconocemos que lo que sabemos fehacientemente. En las siguientes líneas comentaré sumariamente los elementos más importantes de la historia y la cultura mayas, sin la pretensión del erudito, pero tratando de mantener siempre la cabeza firme sobre los hechos que tienen una base demostrable.

Geografia e Historia maya antigua

Los mayas se extendieron por América Central, desde el Sur de México, hasta Honduras y El salvador (ver mapa). Ocuparon un área de poco más de 300.000 km2 (aproximadamente el tamaño de Alemania), donde había características muy diferentes: desde regiones semi-áridas, de escasas lluvias y difícil acceso al agua (las tierras bajas del norte en la península de Yucatán) hasta alturas de difícil acceso (las tierras altas), pasando por bosques tropicales muy fértiles. Cada lugar marcó las posibilidades de su economía y los límites de su expansión.

Los arqueólogos dividen la historia maya en tres períodos: preclásico, clásico y posclásico. Los primeros habitantes habrían llegado hacia el 12.000 AC aunque las primeras sociedades preclásicas, los primeros grupos que abandonan el nomadismo y construyen ciudades, son del año 2.000 AC, siendo la región de la costa del Pacífico donde evolucionaron primeramente para después, hacia el final del período preclásico, extenderse más al norte. La sociedad preclásica también sufrió cambios en su estructura de gobierno, pasando de los jefes a los reyes que comenzaron a recibir el nombre de ajaw y aumentaron el ámbito de poder, llevandólo más allá de su ciudad. De esta forma comenzaron a crearse ciudades estado, que fueron la forma más sofisticada de organización política. Al crecer, las ciudades entraron en conflicto entre ellas, hubo muchas guerras. Los mayas eran un pueblo guerrero.

Preclásico [2000 AC - 250 DC]
Entre las ciudades más destacadas del período preclásico están El Mirador, en la región de las tierras bajas de Guatemala, y Kaminaljuyú, cerca de la capital guatemalteca. La primera se benefició con la agricultura y la producción de sal, mientras que la segunda podía controlar el comercio que se realizaba con las culturas de México Central (por ejemplo, Teotihuacán, otra civilización perdida de Mesoamérica). Fue en Kaminaljuyú donde los reyes comenzaron a tener un áura superior: sus magníficas tumbas así lo revelan, también la preocupación por mostrar sus orígenes y trazar su ascendencia. El Mirador contó con los mayores templos y una red de caminos que le permitía ejercer su dominio sobre pueblos vecinos. Ambas ciudades fueron mucho mayores que sus rivales y por eso pueden muy bien ganarse el título de capitales. Ambas también perecieron muy rapidamente. Muchas ciudades de la época preclásica fueron abandonadas, mientras ocurría la ascención de las ciudades que irían a dominar durante el período clásico. Las razones de la declinación que llevó al abandono son hasta hoy en día desconocidas. Pero como veremos fueron, tan sólo, las primeras.

Clásico [250 - 1100 ]
Fue en esta época que los mayas alcanzaron el apogeo. La polis de Tikal, en las tierras bajas guatemaltecas se convierte en una de las ciudades más poderosas. Durante el período preclásico (~100) el rey Yax Ehb'Xook inaugura una dinastía que iría a gobernar hasta el fin de los 800. Cada vez más poderosos, los reyes de Tikal son elevados al rango de dioses (K'uhul ajaw), quienes ordenan la construcción de una gigantesca acrópolis donde son enterrados en suntuosas tumbas. El poder de Tikal se extiende por kilómetros a la redonda abarcando ciudades de la región.

En un valle a 700 m de altura, frontera con las tierras altas del sur, el rival más importante de Tikal fue la ciudad de Copán, cuya historiografía es conocida desde aproximadamente el 321 AC en la época preclásica y hasta el 822 DC. Copán también tuvo reyes dioses, una acrópolis monumental y poder sobre las ciudades vecinas. Semejante ostentación de poder sólo podía augurar guerras: Tikal se apoderó de Copán hacia el año 420 DC, poco después Calakmul invadió Tikal y le causó enormes daños. La rivalidad continuó y en 695 Tikal consiguió apoderarse de Calakmul. La gloria de Tikal iría a durar pocos años, hacia el 889 la dinastía acabó y la ciudad fue abandonada. De hecho todas las ciudades clásicas quedaron abandonadas alredor del año 900. Sin embargo el ciclo de ascención y decadencia de nuevas ciudades no se agotaría aquí. Durante el fin del clásico, Chichen Itza se destacaría como una de las ciudades mayas más brillantes.

Chichen Itza fue fundada por pobladores no originarios de la península de Yucatán y por ello fueron llamados de Itza: aquellos que hablan nuestra lengua de forma entrecortada. Chichen Itza representó varias revoluciones en la cultura maya, en primer lugar dejó de considerar a sus reyes seres superiores, y los llamó simplemente ajaw (señores), de cierta forma democratizó el gobierno al incluir consejos de consulta. En el campo de la economía, diversificó las fuentes de ingresos y llegó a tener una producción pre-industrial con una amplia red de distribución de sus productos. Por último, se diferenció de las otras culturas mayas al introducir el culto a K'uk'ulkan, la serpiente emplumada conocida por los méxica como Quetzalcoatl. La cultura Itza dominó la región norte de la península de Yucatán por dos siglos, entre el 850 y el 1100 DC. Y sus descendientes fueron los últimos a rendirse al poder español en 1697.

No podemos olvidar en este período de la historia maya antigua a Palenque, que produjo una de las más largas dinastías y una de las ciudades más fastuosas y densamente pobladas. Sus orígenes se remontan al año 200 AC y, como las demás ciudades del período clásico, brilló hacia el 600 DC para quedar completamente abandonada a fines del año 900.

Posclásico [1100 - Conquista]
La caída de los grandes centros mayas no frenó la aparición de nuevas ciudades durante el llamado período posclásico, como Mayapán en la península de Yucatán o los de la isla de Cozumel. También se desarrolló fuertemente la región del lago Petén (Guatemala) extendiéndose sobre Belize. Las tierras altas sufrieron importantes mudanzas, la ciudad de Kaminaljuyu fue completamente abandonada después de 2.000 años de ocupación y nuevos centros fueron fundados, esta vez más protegidos, lo que indicaría un aumento de la violencia. Crónicas mayas como el Popol Vuh relatan la llegada a las tierras altas de príncipes provenientes de la mítica ciudad de Tollan, para fundar nuevas dinastías. Esto sería una indicación de la expansión hacia el sur de las culturas de la Costa del Golfo. Hacia 1350 los K'iche consiguieron controlar la región central donde fundaron varias ciudades (Iximche, Utlatan, etc). La población volvió a aumentar en número y la economía volvió a florecer incrementando los intercambios comerciales.

La Conquista
Son estas sociedades las que encontraron los conquistadores españoles en 1524. Reyes menos arrogantes y ciudades más humildes, pero un pueblo siempre guerrero que se defendió durante casi 200 años. El mismo Hernán Cortés que subyugó a los aztecas en 1521, enviaría a Pedro de Alvarado en 1524 a dominar los pueblos K'iche en las tierras altas mayas donde tomó y destruyó la ciudad de Utlatán matando a todos sus gobernantes. Hacia 1527 toda la región de las tierras altas había sido dominada y Ciudad Vieja fue fundada. Esto permitió el avance sobre las tierras bajas, liderado por Francisco de Montejo. Tanto tiempo llevó la conquista que fue su hijo quien consiguió dominar completamente las ciudades más poderosas de la península de Yucatán en 1546, 20 años después y fundar la Muy Noble y Leal Ciudad de Mérida (1542). Los últimos grupos que se resistieron pertenecían a la etnia Itza, próximos a la región del lago Petén. La ciudad de Tayasal, última capital maya, cayó a principios de 1697, 194 años después que la última expedición de Cristobal Colón hiciera contacto con el pueblo maya por primera vez.

A pesar del reducido número de soldados empleados (nunca pasaban de 500) el éxito español se debió a tres factores: 1) armas explosivas, 2) la aplicación de prácticas de guerra brutales y 3) alianzas. La Malinche no fue una excepción de Cortés sino la regla: divide et impera. Los españoles supieron explotar la rivalidad de siglos de guerras internas entre los pueblos mayas, sus deseos de venganza y la sed por recuperar algún poder perdido.

La desaparición de los mayas

Hubo una vez un pueblo en la región central de América Central orgulloso de sus tradiciones y cultura, que realizó suntuosas edificaciones, que supo de astronomía, orfebrería, agricultura, escritura, y otras tecnologías y ciencias. Un pueblo marcial que gustaba de batallas, reales en el campo y simbólicas en estadios. Ese pueblo, que llamamos maya, hoy apenas puede ser reconocido en los rostros y actos de sus descendientes que pueblan la misma región geográfica. Los mayas, aquellos hijos directos de Yax Ehb'Xook, de Tikal, de Te' K'ab Chaak de Caracol, de Yuknoom Ch'een I de Calakmul y de tantos otros que fundaron centenarias dinastías, desaparecieron cuando el conquistador español plantó sus botas en las selvas centroamericanas castigando con furia divina a los herejes. Desaparecieron sus chamanes, sus escribas, sus reyes. Quemaron sus libros, detruyeron sus artesanías. Fueron obligados a aceptar otras creencias y tradiciones y aunque supieron guardar, clandestinamente, las suyas propias, es más lo que se perdió que lo que se rescató del Apocalípsis conquistador, de su brutalidad y de sus enfermedades. Esta es la auténtica desaparición del pueblo maya, me animaría a decir que fue también la única.

Y sin embargo hay una fábula que dice que los mayas habrían desaparecido antes de la llegada de los españoles, abandonando las ciudades apresuradamente. Por qué es tan persistente este mito? Simplemente porque los arqueólogos han encontrado un sinnúmero de ciudades abandonadas mucho antes de Colón llegar a América. Ciudades abandonadas no significa que el pueblo se haya extinguido. Los mayas abandonaban una ciudad y fundaban otra. Aunque increíble, así es.

En el medio de exuberantes selvas, colosos de piedra de 30 m de altura muestran la otrora gloria de una ciudad vacía. Cómo alguien, un pueblo entero, puede abandonar tanto esfuerzo? Tikal, Copán, Chichen Itza, Palenque, Uxmal, las más fastuosas de todas las ciudades mayas fueron abandonadas antes de que comezara un nuevo milenio cristiano y cuando en Europa sus naciones estaban muy lejos de planear largos viajes marítimos. Las razones para que esto ocurriera son variadas. Tikal y Calakmul, por ejemplo, se agotaron mutuamente en extenuantes guerras por el control de la región. Probablemente sea un caso particular de estas ciudades, causas más generales estarían relacionadas a la superpoblación. Se calcula que en el apogeo del período clásico había unos 10 millones de habitantes mayas. Para poner en perspectiva este dato, vamos a comparar con un país de igual tamaño: Paraguay, con poco más de 400.000 km2 tiene menos de 7 millones de habitantes hoy en día pero cuenta a su favor con una mejor capacidad de producción de alimentos y bienes en general, y de una mayor red de distribución. Paraguay se beneficia del comercio mundial, lo que le permite comprar a países remotos alimentos que no manufactura. Durante el apogeo maya, el comercio no llegaba más lejos que la meseta central de México, esto reducía las posibilidades. Por descripción de viajeros españoles sabemos que la agricultura maya se basaba en las quemas como forma de abono, lo que obligaba a un período de descanso de dos o tres años antes de volver a sembrar, disminuyendo el área de plantaciones. Podemos imaginar los serios problemas que deben haber atravesado con los medios que contaban en su época para encontrar alimento para tanta gente.

Cuando la población llegó a ese número, el equilibrio se tornó inestable y cualquier factor negativo amplificaba los problemas. Muchos autores afirman que hubo una sobreexplotación de los suelos por la agricultura lo que aceleró la falta de alimentos. Otro factor muchas veces citado es una sequía prolongada de la cual han quedado algunas evidencias. La falta de alimentos habría generado revueltas en la población que dejó de obedecer a sus reyes, a quienes culpó de los males. Que la monarquía cayó en descrédito es atestiguado por la pérdida del adjetivo divina (K'uhul), los reyes serán a partir de entonces llamados señores como antaño, compartirán las decisiones con un consejo y, más importante, perderán el hábito de crear construcciones fastuosas. Construcciones que eran realizadas por el pueblo como parte de sus obligaciones con el señor. Para tener una idea del peso que tenían las obras públicas en la economía maya, sólo para construir los templos de Copán durante el reinado de K'inich Yax K'uk Mo' (426 - 437 DC) fueron necesarios unos 175.000 dias-hombre, o, de acuerdo a estimaciones de población, un mes de trabajo anual de cada adulto.

Es toda esta estructura la que se desplomó. Los habitantes abandonaban la región en busca de lugares donde poder vivir. Los reyes, por su parte, salían en busca de lugares donde fundar nuevas ciudades. Está bastante bien documentada la emigración. El pueblo Itza, por ejemplo, vino del sur para ocupar la región central de las tierras bajas en Yucatán. Y como cuenta el Popol Vuh, el lago Petén fue colonizado por príncipes de una ciudad mitológica maya llamada Tollan. En la práctica se trataría de reyes venidos de una empobrecida península de Yucatán.

Este insesante movimiento. El desapego a lo material, parece ser una constante maya o, mejor aún, mesoamericana. Ciudades de la era preclásica, como El Mirador, fueron completamente abandonadas entre 100 y 300 DC. Después ocurriría lo mismo con las ciudades del clásico. No sabemos que podría haber ocurrido con los asentamientos del posclásico ya que la historia se interrumpió por la llegada de los invasores europeos. Y esto mismo se observa en otros lugares de Mesoamérica: Teotihuacán es abandonada, no sabemos como hubieran actuado los aztecas si no hubiese llegado Hernán Cortés.

Epílogo

Los mayas fueron la mayor civilización que se irguió en la América precolombina. Sus conocimientos, su organización, su arqitectura, su religión y tradiciones, su arte, fueron los más elevados del continente y están entre los más altos que cualquier nación haya conseguido. Su estudio es fascinante, y aún tenemos un gran número de incógnitas por resolver. La desaparición de sus documentos escritos (los códices) creó deformaciones que lleva tiempo para corregir. En el siglo XIX se afirmaba que los mayas eran descendientes de los egipcios, y hasta de los hebreos. Se afirmó por décadas que eran un pueblo pacífico, cuando la guerra era parte central de sus actividades. Se los supuso en armonía con el medio ambiente, y hay pruebas fehacientes de la deforestación de sus selvas, para algunos autores (exageradamente, según mi punto de vista) esa deforestación creó un cambio climático que los perjudicó. Por último, exóticas teorías dicen que el origen y destino de esta civilización perdida está en las estrellas.

Si hay algo de bueno en la preocupación mundial por el año 2012 y el supuesto mensaje maya, es que despertó en muchos el interés por un pueblo que merece todo nuestro respeto y admiración. Pero que precisa ser comprendido como era y como es, sin necesidad de adjudicarles poderes o saberes que nunca tuvieron.

Bibliografia

Este capítulo está basado casi íntegramente en el extenso libro de Sharer y Traxler.

Pringle, H.,A New Look at the Mayas' End, Science, vol 324, p454-456, 24/04/2009
Sharer, R.J & Traxler, L. P., The Ancient Maya, 6ta edición, Stanford University Press, 2006

Guillermo Giménez de Castro, protegido bajo Licencia Creative Commons. Última revisión: 29/05/2011


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